Una Nota del Pastor: 23 de noviembre de 2025
- Father Todd O. Strange

- 20 nov
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Probablemente hayas oído hablar de los Mandamientos de la Iglesia Católica. Aunque estamos llamados a florecer y vivir plenamente nuestra fe, los Mandamientos pueden entenderse como los requisitos mínimos para un católico practicante.
¿Por qué la Iglesia nos impone reglas? Por la misma razón por la que nuestros padres nos daban pautas: La Iglesia desea que florezcamos como personas humanas y, como gesto de amor, (la Iglesia) nos ofrece pautas para ayudarnos a crecer.
Entonces, ¿cuáles son los Mandamientos? Se encuentran en el Catecismo (2041-2043) y son los siguientes:
Asistir a misa los domingos y fiestas de guardar, y abstenerse de trabajos serviles. Debemos “santificar el día que conmemora la Resurrección del Señor” (el domingo), así como las principales fiestas, conocidas como días de precepto. Esto implica asistir a misa y “abstenerse de aquellas labores y actividades que puedan impedir la santificación de estos días”.
Confesar los pecados al menos una vez al año. Debemos prepararnos para la Eucaristía mediante el Sacramento de la Reconciliación (Confesión). Este sacramento “continúa la obra de conversión y perdón iniciada en el Bautismo”.
Recibir el sacramento de la Eucaristía al menos en el tiempo pascual. Esto “garantiza como mínimo la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en relación con las fiestas pascuales, origen y centro de la liturgia cristiana”.
Guardar los días de ayuno y abstinencia establecidos por la Iglesia. “El cuarto precepto asegura los tiempos de ascesis y penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas y nos ayudan a dominar nuestros instintos y a tener libertad de corazón”.
Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. “El quinto precepto significa que los fieles tienen la obligación de ayudar con las necesidades materiales de la Iglesia, cada uno según sus posibilidades”.
Respecto al primer precepto, ¿por qué dice la Iglesia que es necesario asistir a misa los domingos? Como dice el Catecismo: “La participación en la celebración comunitaria de la Eucaristía dominical es testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles dan testimonio así de su comunión en la fe y en la caridad... Se fortalecen mutuamente bajo la guía del Espíritu Santo” (CIC, 2182).
Por tanto, “los fieles tienen la obligación de participar en la Eucaristía los días de precepto, salvo que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, cuidado de niños pequeños) o dispensados por su propio párroco. Quienes faltan deliberadamente a esta obligación cometen un pecado grave” (CIC, 2181).
Espero que esta explicación te haya sido útil. Que podamos
florecer como hijos e hijas de un Dios amoroso y misericordioso.
En Cristo,
Padre Todd O. Strange
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